Dr. Li Zhisui. Editorial Anne. F Thurston. 682 páginas
A la salida de la oficina de Nikita Kruschev las cámaras de prensa relampaguearon mientras Mao Zedong saludaba desde el balcón. Hacia el lado izquierdo de una de las tantas tomas de esa reunión de noviembre de 1957, puede verse una cara alegre que había convertido ya en costumbre el aparecer en las esquinas más acaletadas de las fotografías tomadas al líder de la Gran Revolución. Es ese mismo personaje quien se encarga de desnudar a Mao Zedong en las 682 páginas de The Private Life of Chairman Mao.
Pero ¿cómo desnudar a uno de los grandes dictadores de la historia?
Estos personajes que se nos presentan como todopoderosos y consistentes hombres de duro carácter. Hombres que, en el tiempo, empiezan a tomar matices divinos y que van perdiendo, como si fuese un lastre, todo aquello que los humaniza. El escurridizo y ameno Dr. Li se encarga de recordarnos que debajo de toda esa gloria, grandeza, horror, parafernalia y, en muchos casos, simple misticismo hay solamente un ser humano. Un ser humano capaz de promover las más grandes atrocidades y, al mismo tiempo, guardar un pavor fervoroso de elementos tan cotidianos como la pasta dental.
En los 22 años en los cuales el Dr. Li fue médico personal de Mao, tuvo la oportunidad de conocer sus miedos más profundos, sus deseos, sus ideas más disparatadas, y mucho de su intimidad. También pudo codearse con el círculo más selecto de líderes de la China revolucionaria. Y claro, no solo nos da nombres y eventos sino que, desde su óptica, describe el carácter y las motivaciones de cada miembro de la “realeza” del Partido Comunista Chino. Toda esta información recogida de a oídas nos es relatada en la trama de la vida misma del Dr. Li. Así, esta obra constituye el recuento de un paparazzi dentro del círculo más influyente en la historia de China.
